
Un momento de debilidad. Uno, que puede arruinar tantos momentos contenidos. De qué se trata la contención de un sentimiento? Es el poder acaso, el que nos lleva a retenelo? Un poder sobre una situación, puede determinar la concreción a placer del mismo, pero, ¿qué sigue cuando se logra con el cometido?
El poder es ambicioso. Y una vez que aprisiona una situación, quiere hacerlo con otra. Quiere domar montañas, y beberse rios. Quiere concretar los sueños. Pero un sueño deja de ser sueño, cuando se hace realidad. Y cuando el poder es mucho, los sueños se concretan facilmente.
El poder elimina los sueños.
Es tan corto el lapso de tiempo en que el poder actua sobre un sueño, que lo reduce a pensamiento. La duda es como vivir, sin los sueños y el vacio que eso puede provocar.
El poder entonces, deja el vacio, de estar en lo correcto, en un mundo con sus propias reglas.
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