
"Si buscas encontrás" me dijeron. Y así partí. No sabía donde ni como, pero partí. El viaje iba a ser largo, la pregunta es: Tendría sentido llegar?

El comienzo no fue sencillo, a tal punto que me plantee no continuar. "Siempre poniendo peros" me dijeron. Fue ahi cuando me pregunté si tendrán algún sentido los peros. Adornan una frase perfecta para terminar de redondear una excusa. Solo sirven para demostrar flaqueza, para vagar por la incertidumbre.

"Pero será conveniente?"; "Pero es difícil"; "Pero no entiendo"; "Pero como hago?". Y he ahí donde encontré la cuestión: en el hacer. El pero impide hacer.

Sin darme cuenta vi como mi viaje había comenzado con un lápiz y un trozo de papel, dibujando un mapa que adivinara mi suerte, que me ayudara a buscar lo que quiera que busque. Ante cada trazo me puse un pero, pero seguí con mi dibujo.
Cuando concluí mi mapa perfecto, que me llevaría a no se donde, me di cuenta que la busqueda había comenzado, que todo tenía mucho sentido. Entendí la perfección del mapa, aunque no por dónde me iba a llevar sino porque el pero me ayudó a continuarlo. Y así entendí la dificultad del camino, pero continué.