
Encontrar en cada paso un destino distinto, sin importar el tamaño de cada zancada. Qué importa adónde pisamos si tenemos la certeza de hacerlo? Qué importa el destino final de cada paso, si en el camino esta el lugar.
Hoy pierdo el miedo de pisar porque quiero encontrar el equilibrio entre sueño y la obsesión, entre el amor y el deseso, entre la calma y la vorágine.
Ayer traté de esquivar la lluvia que me mojaba mas y mas tras cada paso. Después encontré un paraguas que pensé nunca tener que usarlo, toda la vida negandoló; se puso viejo, como el dueño, y se agujereó. La lluvia seguía pasando a través de sus agujeros.
Hoy cierro el paraguas viejo, con la certeza que en algún momento me secaré al sol, después que la intensa lluvia me haya mojado durante tanto tiempo.
Hoy pierdo el miedo de pisar porque quiero encontrar el equilibrio entre sueño y la obsesión, entre el amor y el deseso, entre la calma y la vorágine.
Ayer traté de esquivar la lluvia que me mojaba mas y mas tras cada paso. Después encontré un paraguas que pensé nunca tener que usarlo, toda la vida negandoló; se puso viejo, como el dueño, y se agujereó. La lluvia seguía pasando a través de sus agujeros.
Hoy cierro el paraguas viejo, con la certeza que en algún momento me secaré al sol, después que la intensa lluvia me haya mojado durante tanto tiempo.
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¡Esaaa! Pasaba como siempre por acá y la verdad es que me alegro mucho de haber leído lo que leí. ¡Me pusiste las pilas para empezar el día! Y eso es importante...
ResponderEliminarVoy entonces a esperar con muchas ansias al poncho de los pobres, el astro rey, Inti, Ra, o como se te ocurra llamarlo, pa´ que seque el sendero y así seguir andando sin embarrarme... y si en la misma jugada pego colorcito, mucho mejor ;)
¡Un beso enorme Martín!